La historia empieza cuando Lauren conoce a Leo, un americano que está veraneando en las playas de Ibiza y el cual le invita a proceder a una cala nudista.
Lauren miraba distraída hacia la barca motora que se iba llenando de gente.
El mar estaba en calma y la bahía de Ibiza semejaba una balsa de aceite iluminada por un sol esplendoroso, salpicado aquí y allí por vistosas fuera bordas, gentes de todo tipo y raza, que iban de un lado a otro. Tiendas de campaña clavadas en los bordes de la arena, así como casetas fijas aquí y allá de colores vistosos diferentes.
Pero de momento, para Lauren el objetivo estaba en la lancha motora que se iba cargando de personas, casi todas jóvenes, vestidas de modo estrafalario y algunas en bikinis que apenas si les tapaban sus intimidades.
—¿No subes? —preguntó alguien a su lado.
LEER MÁSLauren se hallaba sentada en el mismo suelo, cruzaba las piernas a la usanza mora y sujetaba aquellas con las dos manos, quedándole los pies bajo las posaderas. La postura era bastante incómoda si se tiene en cuenta que llevaba más de veinte minutos absorta en aquel lugar y sentada de la misma manera. Tal se diría que estaba haciendo yoga.
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